Una fórmula para combatir el perfeccionismo e invertir tu tiempo de forma inteligente

El perfeccionismo puede convertirse en tu pero enemigo, pues tratar de hacer las cosas perfectas, no siempre es sinónimo de progreso. Muchas veces nos quedamos paralizados en un peldaño de la gran escalera y llegar al piso en el queremos estar, se vuelve un proceso cansado, tedioso y muuuy lento.
En cambio, hacer tus tareas lo suficientemente bien (sin estancarte en el perfeccionismo) te impulsa, te genera una mayor satisfacción personal y además te regala una dosis extra de motivación. Una combinación que seguramente quieres tener en tu rutina.
En este breve artículo tengo una fórmula rápida para medir la calidad de tu trabajo y el tiempo invertido, y de esta forma encontrar el mejor balance profesional y personal.