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5 hábitos garantizados para tener más felicidad en tu trabajo (y disfrutarlo)

de | Recibe mis actualizaciones GRATIS aquí
Hábitos para ser más feliz en el trabajo

Honestamente ¿te sientes satisfecho con tu trabajo?… lamentablemente la mayoría no siempre puede contestar afirmativamente con una sonrisa. Sin embargo, la percepción que tienes de tu trabajo es fundamental para tu salud, tu bienestar y tu calidad de vida.

Pero hoy tengo buenas noticias que darte. En este artículo, un invitado estrella, nos cuenta su experiencia personal y los 5 hábitos que garantizan reconciliarte con tu trabajo y enamorarte perdidamente de tu rutina laboral.

Después de ponerlos en práctica aumentará tu motivación y tu creatividad de forma instantánea, no solo eso, también te sentirás más feliz, más saludable y más satisfecho con tu trabajo (y con tu vida) a partir de hoy, ¿no me crees?…entonces tienes que seguir leyendo.

Este es un artículo invitado de Víctor del blog Surfea tu vida

A veces no puedes detener las olas, pero si puedes aprender a surfear 

Una mañana más, suena el despertador, te das una ducha y directo al trabajo. Hoy notas que algo no va bien, estás desganado, te falta energía, no tienes ganas de ir a trabajar y no es la primera vez que te pasa.

¿Te suena de algo esta sensación?

Yo estuve así varios años, 7 para ser exactos. Mi vida laboral me tenía medio deprimido, me levantaba pensando más en la hora de salir del trabajo que en las 8 horas que me esperaban en él.

Conclusión: estaba regalando 8 horas de mi vida cada día, 40 horas de mi vida cada semana y 13440 horas en total… eso no podía seguir así.

¿Por qué no era feliz y vivía amargado con mi trabajo?

La respuesta era muy sencilla, no me gustaba, no le encontraba un sentido y no me motivaba para nada mi trabajo. La rutina me absorbía y no disfrutaba de lo que hacía; yo que soy una persona activa, no podía vivir.

Te voy a poner un poco en antecedentes para contarte un poco mejor mi historia. Yo soy Ingeniero Informático y ya desde el inicio de mi carrera universitaria supe que me había equivocado.

Cambiar de estudios, por unos que me gustaran de verdad, hubiera sido la decisión correcta, pero no fue la que tomé. Decidí seguir adelante hasta terminarlos.

Ya que había empezado, no iba a abandonar…(otro error)

Una vez finalicé mis estudios y ya era todo un Ingeniero Informático entré de lleno al mundo laboral y me puse a programar para varias empresas.

A medida que pasaba los meses en una misma empresa, haciendo el mismo tipo de trabajo, mi motivación caía en picado y me empezaba a entrar una sensación de agobio bastante fuerte.

Estaba en continua crisis existencial, siempre pensaba: no sé qué hacer con mi vida. Sentía que yo no hacía nada de provecho en esos trabajos.

Programar aplicaciones informáticas para bancos, aseguradoras o farmacéuticas no era suficiente para mi, no me sentía realmente útil. No sabía si mi trabajo servía realmente para algo, si facilitaba la vida a alguien o ayudaba de alguna manera a mejorar el mundo.

No podía seguir así, tenía que cambiar mi vida

Sé que suena ambicioso pero, a día de hoy, cuando alguien me contacta a través de mi blog para decirme lo que le ha inspirado alguno de mis artículos o me agradece mi trabajo en él, tengo una sensación totalmente diferente, ahora SI me siento realizado.

Pero para lograr esto, tuve que ser consciente de mi situación y tomar acción.

Cambio de perspectiva

Después de ver como estas sensaciones me venían una y otra vez, aún estando en diferentes empresas, y siempre en las mismas circunstancias, empecé a plantearme que tenía un problema y que debía tomar partido para encontrar una solución.

Me costó mucho darme cuenta de lo que pasaba, no es algo fácil romper esquemas y desaprender lo aprendido para intentar ponerle solución.

Mi problema era que yo no estaba hecho para vivir en el modelo de trabajo tradicional en el que trabajas para una empresa, haces caso de lo que dice un jefe y trabajas sin cuestionarte las cosas las horas que haga falta.

Yo no encajo en ese camino dictado por la sociedad, y creo que cada vez hay más gente que se ve fuera de ese camino.

Al darme cuenta de esto empecé a cambiar mi punto de vista, cambié mi enfoque de lo que debía ser un empleo y de lo que debía ser mi vida y procuré recuperar el control sobre ella.

La fase del autoconocimiento

Para llegar a saber lo que quería hacer y cómo quería vivir, tuve que plantearme muchas cosas, muchas de ellas incómodas. Empecé un periodo de autoconocimiento para saber cómo quería enfocar mi vida y mis objetivos y finalmente decidir en qué quería trabajar.

Este proceso fue largo, seguí trabajando para una empresa durante un año y medio mientras lo decidía y finalmente llegó la oportunidad para ponerme manos a la obra.

Decidí emprender mi propio proyecto en el que intento ayudar a gente en situaciones similares a la mía a salir de su zona de confort y emprender su propio proyecto para cambiar de vida y vivir de lo que realmente les apasiona.

Nunca me había parado a escucharme, el ritmo de vida me superaba y no había pisado nunca el freno para coger perspectiva.

Sin duda te recomiendo que tu también lo hagas; esta fase de autoconocimiento es muy importante para poner tu vida en orden y te ayudará mucho.

Tómate unos cuantos momentos de reflexión diaria durante un periodo de tiempo y evalúa qué quieres y cómo lo quieres conseguir.

Reflexiona por unos minutos al día

Gracias a emprender mi proyecto, he encontrado el enfoque adecuado para disfrutar de un trabajo pero, por supuesto, éste solo es mi caso personal y aunque no es el único que conozco, el tuyo puede ser totalmente distinto.

Hay mucha gente descontenta con su vida laboral y que no es feliz aún gustándole lo que hace. Hay muchas soluciones para hacer que esta dinámica cambie, no solo emprender un proyecto propio como hice yo.

Sino que también puedes poner en práctica estos 5 hábitos para reconciliarte con tu trabajo y sentirte más satisfecho a partir de hoy.

5 Hábitos para disfrutar de tu trabajo, sentirte satisfecho y ser más feliz

En este tiempo trabajando en mi blog, he descubierto 5 hábitos que pueden hacerte disfrutar de tu vida laboral día tras día, ser más feliz y superar esos periodos de desmotivación que suelen aparecer.

Voy a explicarte uno a uno estos 5 hábitos que puedes aplicar tanto a tu trabajo actual como a tu futuro proyecto personal para conseguir disfrutarlo mucho más y no pensar que estás perdiendo el tiempo y tirando 8 horas de tu vida a la basura.

Yo he empezado a aplicarlos y la verdad es que mis jornadas laborales han dado un vuelco total. Me siento cada día con ganas y veo resultados que me motivan a seguir adelante.

1. Innovar y buscar retos

innovar y buscar retos

Una de las cosas que peor llevaba de mi trabajo era hacer siempre las mismas tareas. Entraba en una monotonía laboral que no me traía nada bueno.

Mi primera propuesta es que apuestes por la innovación en tu trabajo.

Busca retos diarios haciendo cosas nuevas. No te limites a hacer lo que te dicen, investiga otras formas de hacerlo, propón alternativas y sé participe de todas las fases de tu trabajo.

No te estanques haciendo siempre lo mismo simplemente porque es cómodo y ya lo tienes por la mano. Atrévete a experimentar, a hacer cosas nuevas y a pensar en otros puntos de vista. Innovar te hará ampliar tu enfoque.

Aprende cosas nuevas, atrévete a proponer tus propias tareas, sé proactivo(a) y siéntete parte del trabajo.

Piensa en la persona o personas a las que vas a ayudar y busca la mejor manera de hacerlo.

Si ves que no tienes posibilidad de hacer muchas de esas cosas también te animo a hacer pequeños cambios, casi imperceptibles, pero que pueden ayudarte a mejorar en cuanto a creatividad y productividad. Este artículo puede darte algunas ideas para modificar tu rutina.

Beneficio de Innovar = creatividad

Si tomas el hábito de innovar perderás el miedo a arriesgarte, a crear, a inventar.

Tu vida se va a llenar de creatividad, acostumbrarás a tu cerebro a buscar diferentes soluciones a los problemas y abrirás tu mente a nuevos puntos de vista y a diferentes perspectivas.

Te estarás acostumbrando a salir de tu zona de confort constantemente y eso se verá reflejado mejorando tu vida.

Habrás perdido el miedo a probar cosas nuevas y vivir experiencias que antes no te hubieras ni planteado y eso te hará crecer, ser más exitoso y disfrutar más.

2. Proponerte metas a corto plazo

Proponerte metas a corto plazo

¿Tu también eres de los que deja las cosas para última hora?

A mi me suele pasar que, cuando tengo una meta pero aún falta mucho por llegar, empiezo a trabajar en ella muy relajado y hasta que no veo que se me echa el tiempo encima no empiezo a dedicarle la atención y las ganas que se merece.

Esa relajación extrema es pereza, es confianza extrema en que lo acabarás haciendo en algún momento y eso produce desmotivación hacia algo que va a durar mucho y que siempre puede esperar…

Estoy seguro que hay mucha gente que se sabe planificar muy bien y no tiene este problema pero, para serte sincero, la mayoría de gente que conozco funciona así.

La solución que he encontrado a este problema es muy sencilla, he empezado a marcarme objetivos a muy corto plazo, casi a diario.

Alargar las cosas en el tiempo no hace más que posponer la acción, en cambio trabajar en lo inmediato hace subir tu atención y pone tu foco y tus sentidos en esa acción concreta.

Al principio puede costar un poco adoptar este hábito pero te voy a dar unos consejos para que lo hagas progresivamente y no te estreses demasiado para llegar a conseguirlo.

La idea es acabar marcando objetivos diarios y objetivos a 2 días vista.

  1. Coge una tarea grande que tengas y divídela en sub-tareas más pequeñitas. No hay tarea, por grande que sea, que no se pueda dividir así que aprovéchate de eso.
  2. Reparte y planifica esas sub-tareas dentro del periodo que tenías para finalizar la tarea grande.
  3. Deja de pensar en acabar la tarea grande y empieza a trabajar solo en las sub-tareas que te has planificado.
  4. A medida que termines una sub-tarea, pasa a la siguiente y ves marcando los éxitos que vas consiguiendo al cumplir las metas que has planificado

Repite este proceso para todas las tareas que tengas asignadas en tu trabajo. Verás como la energía diaria sube y eres mucho más productivo(a) que antes.

Además al ir cumpliendo metas y teniendo éxito en tus objetivos irás ganando confianza en ti mismo y seguridad en tu trabajo, disfrutarás más porque verás resultados inmediatos.

a) Proceso de aclimatación al hábito

Inicialmente puedes agobiarte para llegar a cumplir los plazos que tu mismo te irás marcando. Vamos a ir poco a poco.

Es normal que muchas de las veces no llegues a terminar las mini-tareas que habías planificado en la fecha marcada pero no debes tomarlo como una derrota, ni mucho menos.

La palabra clave en esto es flexibilidad. Este método es una pauta para incrementar nuestra productividad pero sin llegar a presionarnos o agobiarnos por ello.

Si no se llegan a terminar todas las mini-tareas en los plazos marcados, lo que hay que hacer es replanificar y aprender a dividir mejor las tareas para ser aún más productivo. Esto con práctica se consigue.

Hay gente a la que no le gusta trabajar bajo presión pero recuerda, esta presión la gestionas tu así que debes trabajar con plazos en los que te sientas cómodo(a).

Si no estás a gusto poniendo las tareas a 2 días vista, empieza por planificar a 4 días. A medida que te vayas acostumbrando a trabajar así puedes pasar a 3 días y repetir el mismo proceso hasta bajar a 2 e incluso a 1 día.

Ves acostumbrándote poco a poco a adquirir este hábito y tus jornadas laborales experimentarán un gran cambio.

A mi me va genial, yo siempre lo he dicho, funciono mejor «bajo presión» y como respondo mejor así, prefiero marcarme objetivos a muy corto plazo para tener así un chute de energía constante en cada tarea que planifico,  pero cada uno tiene su ritmo y conoce como trabaja mejor. Encuentra tu punto.

b) Aprendiendo a dividir tus metas

Para llegar a dominar este hábito hay que aprender muy bien a dividir en sub-tareas. Al principio lo más normal es que no lo hagamos bien y hagamos sub-tareas demasiado grandes que pueden hacer que no las acabemos en el plazo que nos marcamos.

Si pasa eso no hay ni que agobiarse ni que preocuparse, simplemente tenemos que fijarnos muy bien en el trabajo diario y ser flexible. Si vemos que hemos estimado mal la sub-tarea lo que haremos será dividirla aún más en partes más pequeñas.

Te voy a poner un ejemplo, una de las sub-tareas que has creado es:

  • Programar el correo con el artículo nuevo de esta semana

Esta tarea puede parecer simple y que ya está bien dividida pero sigue siendo poco específica. ¿Qué te parece si la dividimos un poco más? Estás serían tus sub-tareas:

  1. Escribir el cuerpo del mensaje
  2. Poner los enlaces en el texto y verificar que funcionen
  3. Programar el correo para el jueves

Como puedes ver, ahora las sub-tareas son mucho más específicas y más fáciles de cumplir. De esta manera podemos asegurarnos más qué trabajo implica cada sub-tarea y podremos enfocar el trabajo diario para ver si habíamos planificado demasiado trabajo para un día concreto.

Tal y como te decía es importante ser flexible y adaptar las tareas diarias según las hayamos estimado mejor o pero.

Con el tiempo aprenderemos a planificar mejor hasta que lleguemos a un punto en el que dominemos la técnica y sepamos gestionar el tiempo y el trabajo de manera muy efectiva.

 Beneficio de poner objetivos = motivación 

A medida que empieces a trabajar con objetivos a corto plazo, empezarás a notar que tu productividad va en aumento.

Aprovecharás mucho mejor el tiempo y aprenderás a distribuirlo mucho mejor.

Aprenderás a planificar tareas y a gestionar proyectos casi sin darte cuenta y eso te hará crecer mucho.

Sin saber porque, experimentarás un cambio en la dedicación y la atención que le pones a cada tarea. Esto tiene una explicación: motiva mucho más ir cumpliendo objetivos cada poco tiempo que trabajar sin llegar a cumplir ninguna meta durante meses.

Ver resultados, conseguir éxitos y cumplir metas es lo que hace que tu motivación aumente.

Sin darte cuenta habrás terminado esa tarea tan larga y pesada que iba a durar meses a base de conseguir pequeños éxitos cada día.

3. Ayudar a los demás

ayudar a los demás

Es probable que lleves años trabajando en algo a lo que no le encuentras el sentido. Aunque sepas lo que haces y qué objetivo tiene, no sabes realmente en qué ayudas a los demás con tu trabajo.

Yo he experimentado un cambio enorme al ver que puedo ayudar a la gente y cambiar su vida, ni que sea mínimamente, con lo que hago.

No hace falta que sea un cambio radical sino simplemente ayudar a facilitarle en algo su día. Ya puede ser enseñarle a montar un blog, a cómo usar WordPress o a cómo crear ese producto que hace que alguien pueda coser sin pincharse con la aguja.

Puedes crear algo que venda mucho, que genere mucho dinero pero, lo que realmente hará que te sientas realizado(a) no es el dinero que haya pagado alguien que lo haya comprado, sino el mensaje que recibas de esa persona agradeciéndote tu ayuda y tu trabajo porque le has solucionado un problema concreto que tenía.

Dicho esto, el tercer hábito que te propongo es que pienses siempre en cómo puedes ayudar con tu trabajo a la gente.

Antes de hacer cualquier cosa o tomar cualquier decisión en tu trabajo o negocio, piensa en qué va a ayudar eso a los demás.

Plantéate por un momento a quien va dirigido tu negocio y qué problemas tiene. Si puedes resolver solo un problema de los que tenga tu público, tu trabajo ya habrá valido la pena.

 Beneficio de ayudar = satisfacción 

Como te he comentado antes, no hay mejor beneficio para ti que estar contento con lo que haces. Si ayudas a los demás verás un sentido a tu trabajo y eso te proporcionará una satisfacción enorme.

Si consigues recibir el feedback de algún cliente o un lector aún alimentará más esa satisfacción y hará crecer tus ganas de seguir trabajando y ayudando a los demás.

Empieza a pensar más en ayudar a los demás que en el dinero que te puede proporcionar. Si ayudas primero, las recompensas como el dinero, llegan solas.

4. Disfrutar de todo lo que haces

disfrutar todo lo que haces

Hay que empezar a tener el hábito de disfrutar con todo lo que se hace. Siempre hay que buscar la parte positiva de toda tarea, es la manera de ser mejores en lo nuestro.

Si uno no disfruta nada de su trabajo debe empezar a pensar en cambiar. No digo que cada día sea una fiesta pero, si cada día es un funeral, ahí tienes un problema.

La manera más fácil de disfrutar con lo que se hace es trabajar en tu pasión. Descubrir lo que te gusta y dedicarte a ello es ideal porque lo harás sin pensar que estás trabajando.

Esta opción es complicada, no todo el mundo puede dedicarse a lo que le apasiona pero si puede intentar descubrir qué cosas hace bien, para qué tiene talento y qué domina e intentar enfocarse en ello.

Cuando somos especialmente buenos en algo y podemos ayudar a la gente con ese conocimiento o habilidad, se genera una sensación de utilidad muy agradable.

Normalmente, cuando tenemos una habilidad también nos gusta desarrollarla, por lo que dedicarnos a ella puede ser una buena opción para disfrutar de nuestro trabajo.

En caso que no tengamos ni la opción de dedicarnos a nuestra pasión, ni a nuestra habilidad y tengamos un trabajo que no nos gusta, debemos buscar motivaciones y objetivos para disfrutar lo máximo posible.

Y sin duda, si no podemos desarrollar este hábito es momento de plantearse un cambio radical y mirar de enfocar nuestra vida laboral en otra dirección.

 Beneficio de disfrutar = felicidad 

Tener el hábito de disfrutar cada día con lo que se hace no puede aportarte más que felicidad, creo que no hay mucho más que añadir =P

5. Trabajar para vivir pero no vivir para trabajar

trabajar para vivir

Una cosa es el trabajo (aunque lo disfrutes) y otra cosa es tu vida.

Hay que adquirir el hábito de saber separar la vida personal de la vida laboral.

Muchas veces nos olvidamos de que tenemos una vida. Trabajos en los que haces horas extra de manera habitual, negocios y proyectos propios a los que dedicas 10 o 12 horas al día, fines de semana en los que no descansas y estás con la cabeza puesta en cosas de trabajo…

Este hábito es de los más complicados de adquirir, sobretodo si tienes un negocio o proyecto propio pero hay que habituarse a ello.

Marca unos horarios, unas tareas y cuando se hayan cumplido olvídate y cambia el chip.

Desconectar es necesario, hay que recordar que tenemos una vida y el objetivo de nuestro trabajo debe ser darnos las herramientas para disfrutar de esa vida al máximo, todo lo que podamos.

Reflexiona por un momento: si trabajas horas y horas y ganas mucho dinero puede estar muy bien pero, ¿cuándo piensas disfrutar de ese dinero que has ido amasando?

¿Realmente quieres ser el más rico del cementerio?

Empieza a pensar más en el tiempo que en el dinero. Cuanto más tiempo tengas libre para disfrutar de tu vida, más feliz serás y más relajado estarás.

El tiempo es mucho más valioso, reflexiona sobre ello y coge el hábito de disfrutar de tu tiempo. Trabaja para vivir pero no vivas para trabajar, ahí está el cambio, tu cambio.

 Beneficio de vivir = salud 

Sin duda trabajar menos y vivir más solo puede ser positivo para tu salud. Las jornadas de 50 o 60 horas semanales deben desaparecer de tu vida. Si, no me mires así, si tienes un negocio o un proyecto propio sabrás de lo que hablo…

Valora tu vida, valora tu tiempo y no te obsesiones con tu trabajo. Tu salud te lo agradecerá. Y la salud es muy importante tanto para ti como para tu trabajo, sin salud no hay rendimiento ni productividad.

Es un pez que se muerde la cola.

Tener estos 5 hábitos mejoran tu vida

5 hábitos mejoran tu vida y tu trabajo

Estos 5 hábitos que te he contado tienen un objetivo común, una razón de ser y es la de hacer crecer tu calidad de vida.

Si repasamos los beneficios que hemos obtenido añadiendo estos hábitos a nuestra vida: creatividad, motivación, satisfacción, felicidad y salud, podemos ver que hemos mejorado nuestra vida claramente por lo que no hay motivo para no hacerlo.

Tenemos que pensar un poco más en nosotros mismos para poder mejorar en nuestra vida laboral, una y otra cosa van de la mano.

A mi todo este cambio me ha ido muy bien, me siento mucho más a gusto, motivado y feliz que antes. He compaginado mi trabajo con mi vida y los he alineado para conseguir mis objetivos, ahora todo va enfocado en la misma dirección.

Así que no te lo pienses más, actúa y añade estos 5 hábitos a tu vida para disfrutar más de tu trabajo. ¡Solo puedes ir a mejor!

¡Espera! tengo un regalo para ti

Quiero agradecer a Tania el abrirme las puertas de su blog y poder hablarte directamente a ti.

Como agradecimiento y para que puedas detectar si tu vida necesita un cambio, he preparado un regalo muy especial para ti.

Descárgate totalmente gratis mi ebook: 3 pasos para descubrir si debes cambiar tu vida.

En él te haré plantearte si por un lado tu trabajo te gusta y te llena y por otro si te está enfocando en la dirección adecuada para llegar a vivir como quieres.

Cuéntame un poco más de ti en los comentarios: ¿cuál es tu pasión? ¿qué te mueve? ¿qué haces en tu trabajo para ser más feliz?…

Ayuda a más gente a enamorarse de su trabajo ¡Comparte!

Victor

Dejé un buen trabajo para dedicarme al 100% en mi proyecto para conseguir así ser más libre y feliz ayudando a otras personas a seguir su camino y a emprender su propio proyecto. Conóceme mejor en Surfea tu Vida. Encuentra tu ola y atrévete a vivirla.

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