Sígueme en Facebook

Aquí encuentras artículos interesantes, reflexiones y consejos útiles que no comparto en otro lado.

Sígueme en Instagram

¿Te gustaría ver lo que pasa detrás de pantalla? Sólo en Instagram comparto momentos personales e inéditos que no encuentras en ningún otro lado.

Sígueme en Instagram

Sígueme en Pinterest

En Pinterest comparto todos tus contenidos favoritos en forma visual. Recetas saludables, Rutinas de Ejercicio y Descargas Gratis. ¡No te lo pierdas!

Sígueme en YouTube

¡Recibe mis mejores contenidos semanalmente en video! Todavía no he empezado mi canal pero si te suscribes ahora recibiras un regalo exclusivo en cuanto esté listo.

Ana Arizmendi: Estrategias prácticas para aprender a controlar el hambre emocional

con | Escucha todos los Episodios GRATIS aquí

Escucha en iTunes Escucha en Spotify

Déjame preguntarte algo: ¿con frecuencia te encuentras corriendo hacia la despensa cuando sientes estrés o ansiedad? ¿después de tener un mal día es habitual que te excedas en lo que comes?…

Buscar un consuelo o alivio temporal en la comida es un hábito muy común, se le conoce como «comer emocionalmente». Este hábito tiene varias consecuencias como el aumento de peso, pero también consecuencias psicológicas como sentimientos de culpa, remordimientos, baja autoestima que solo refuerzan este hábito no saludable.

En esta entrevista, Ana Arizmendi experta en psicología de la alimentación nos regala estrategias prácticas para aprender a controlar el hambre emocional.

«Nuestro cuerpo es el primero que nos avisa cuando nuestra forma de comer nos está alejando de la salud» – Ana Arizmendi

Encontrar refugio en la comida para aliviar nuestras emociones incómodas o negativas, se convierte en un hábito peligroso.

Estas emociones negativas nos hacen sentir una sensación de «vacío» y por eso recurrimos a la comida.

Piénsalo: comer se convierte en una forma de crear una falsa sensación de «plenitud».

Pero ¡OJO! el alivio a nuestro estado de ánimo es solo temporal.

Después de un episodio de comer emocionalmente, es común que nos invadan remordimientos de culpa, vergüenza o frustración, lo que hace cada vez más fuerte este hábito.

La comida puede ayudar a aliviar las emociones inicialmente, pero abordar lo que realmente está ocurriendo detrás del hambre emocional es importante para evitar recaídas a largo plazo.

Por eso, la solución para dejar de comer emocionalmente está en tu mente más que en tu cocina.

Se trata de encontrar otras formas más saludables para liberar ese tipo de emociones y estados de ánimo como estrés, ansiedad, aburrimiento, tristeza, soledad o enojo.

Incluso si tú no sueles recurrir a la comida para aliviar tu estado emocional, también resulta muy importante aprender a diferenciar el hambre emocional del hambre fisiológica.

Muchas veces terminamos comiendo (y excediéndonos en las porciones) por múltiples razones que no tienen que ver con la sensación de tener hambre de verdad.

Para aprender a controlar el hambre emocional, hoy tenemos a una súper experta en el tema: Ana Arizmendi.

Ella es Psicóloga, Maestra en Nutrición y Dietética, Psicoterapeuta, Directora del Instituto de la Psicología de la Alimentación y también es creadora del modelo psicoalimentación.

Aquí hablamos de algunas estrategias efectivas para dejar de comer emocionalmente.

¡Sigue escuchando!

En este episodio escuchas puntos importantes cómo:

04:49 ¿Cuándo complacerse con un antojo no saludable deja de ser inofensivo y empieza a convertirse en un problema?

06:35 ¿Cómo aprendemos a lidiar con la culpa de comer algo no saludable?

09:26 ¿Por qué tenemos la tendencia de refugiarnos en la comida?

Nuestra relación con la comida nunca es el problema, es el síntoma...

09:26 ¿Cómo aprender a manejar nuestras emociones para canalizarlas de una mejor manera?

24:39 Estrategias de emergencia para manejar el hambre emocional

28:28 ¿Qué podemos hacer después de un episodio de comer emocionalmente? 

¿En dónde encontrar a Ana Arizmendi?

Transcripción completa de la entrevista con Ana Arizmendi

Tania Sanz: Bueno pues quiero empezar con una pregunta dirigida a los y las que no se escuchan y es esta ¿Alguna vez has corrido o te has dirigido a tu nevera o despensa cuando te sientes triste molesto fastidiado cansado? Y la verdad es que no siempre comemos solo para satisfacer nuestra hambre física, también es común comer para satisfacer necesidades emocionales, aliviar el estrés, la ansiedad, o hacer frente a estados de ánimo desagradables como, no se, la soledad quizás, o el aburrimiento comer emocionalmente o mejor dicho refugiarse en la comida es un tema que puede afectar gravemente tus hábitos de alimentación tu peso tu autoestima y varias capas en tu vida por eso es importante tomar cartas en el asunto y para eso hoy tenemos a una súper experta en el tema, ella psicóloga maestra de Nutrición y Dietética Psicoterapeuta Directora del Instituto de la psicología de la alimentación y también es creadora del método psicoalimentación, así que Ana Arizmendi bienvenida, de verdad estoy tan contenta de que por fin estés con nosotros muchas gracias.

Ana Arizmendi: Hola Tania, yo feliz de compartir con tu comunidad muchas gracias por la invitación.

Tania Sanz: Aunque bueno yo acabo de dar una pequeña presentación de todo lo que haces y aunque te conozco desde hace bastantes años y he seguido tu trabajo ¿Por qué no nos cuentas? ¿Te gustaría contarnos un poquito más a lo que te dedicas? ¿Que ocupa la mayor parte de tu tiempo profesional?

Ana Arizmendi: Claro que sí, soy psicóloga especialista en trauma, en trastornos alimenticios y en psicología de la alimentación, y mi tiempo laboral lo divido en varias actividades que me gustan, primero pues en la clínica yo doy terapia individual y grupal, facilito talleres presenciales y online siempre ayudando a las personas que tienen algún conflicto emocional con su forma de comer o alguna conducta alimentaria alterada, también me gusta mucho la docencia, entonces imparto clases a nivel universitario y soy creadora y facilitadora de cursos de formación en Psicología de la alimentación, trastornos alimenticios para profesionales de la salud entonces me da muchísimo gusto que otros colegas, nutriólogo y psicólogos estén interesando en esta parte psicología de la alimentación y quieran especializarse y pues también le invierto un buen tiempo a la divulgación, entonces tengo un podcast sobre estos temas que se llama ¿De qué tiene hambre tu vida? que ya casi llegan los 200 episodios, estoy muy contenta, y donde tú fuiste invitada mi querida Tania.

Tania Sanz: Sí, sí hace bastantes años ya creo ¿Tres? ¿Cuatro?

Ana Arizmendi: Si hace como unos 3 años, y hablamos de hábitos y bueno, fue fabulosa esa entrevista y pues también frecuentemente comparto en medios de comunicación.

Tania Sanz: Es que tienen que seguirla, más adelante hablamos un poquito más de sus redes, donde la pueden seguirla pero de verdad que aportas mucho valor y por eso desde que la entrevista, incluso desde antes sigo todo tu trabajo y bueno creo que es necesario aprender más sobre este tema tan importante, como es comer emocionalmente, como es refugiados en la comida para calmar otra situación en nuestra vida que no tiene que ver con energía o con satisfacer un hambre física, y bueno es que ocasionalmente podemos comer algo por antojo para celebrar no, esto no es necesariamente algo malo, todos lo hemos hecho, y creo que incluso saludable, darnos de repente un gusto, pero de pronto comer puede convertirse en el principal mecanismo para afrontar una emoción, o un estado de ánimo así que la primera pregunta que quiero hacerte para ir un poco andando en este tema es, ¿Cómo nos damos cuenta cuando complacerse repetidamente con un antojo no saludable por supuesto, deja de ser algo inofensivo y empieza a convertirse en un problema?

Ana Arizmendi: Bueno yo te diría que nuestro cuerpo es el primero que nos avisa cuando nuestra forma de comer nos están alejando de la salud, entonces yo les diría que si su forma de comer, si esos antojos están generando síntomas físicos molestos, pues quiere decir que ese alimento, esa forma de comer no les está haciendo bien por ejemplo, sentir que después comer eso, de la manera en que lo comen, a veces no es el alimento en sí, sino que lo comemos muy rápido o en grandes cantidades pues por ejemplo, genera gases, inflamación general, dolor de cabeza, bueno ahí nuestro cuerpo nos está diciendo, esto no nos va bien, pero también si hay sufrimiento emocional, entonces si después de comer ustedes sienten arrepentimiento, sienten culpa, sienten rabia, a veces se siente desesperanza, esta parte de, lo volví a hacer, porque me siento pésimo de haber comido así. Pues también quiere decir que ahí hay algo que hay que revisar, que algo pasa, que hay algo más, entonces revisen si su forma de comer les genera molestias física o molestia emocional.

Tania Sanz: Me encanto la respuesta porque hablando un poco de la culpa, es una pregunta que también te quería hacer y es que muchas veces la culpa hace que se vuelva más grave nuestra relación con la comida, porque no disfrutamos ni siquiera ese gusto, ese pastel, que por ejemplo nos comimos en una fiesta, porque se vuelve algo ya un malestar emocional intenso, que te sientes que te latigas, que te dices, es que comí muchísimo, y qué mal, no tengo auto control, no tengo fuerza de voluntad, y eso se extrapola también en otras áreas ¿Que podemos hacer cuando sentimos está culpa después? de comer Torrejón regular qué es comer saludable expectativas muy altas que comer sano es como comer centeno

Ana Arizmendi: Yo diré aquí dos cosas, empezar por re formular qué es comer saludable, tú ya misma lo dices, a veces la gente tiene está expectativas muy alta y cree que comer sano es como comer perfecto, y la ves que la perfección no existe, cuando nos ponemos expectativas tan altas, siempre va a generar frustraciones y eso habla de rigidez y la rigidez es signo de que algo no anda bien, entonces yo creo que para mí la salud implica flexibilidad y yo creo que por ejemplo, comer una pizza me parece que puede ser parte de una vida saludable, cuándo es parte y no es todo, no cuando la pizza no es todo sino que es parte, yo creo que primero hay que re formular eso. Y lo segundo es qué hay que aprender a manejar la culpa y para eso hay que entender que la culpa es una emoción que como todas tiene una función y la función de la culpa es invitarnos a tomar responsabilidad, entonces lo que hay que hacer es dejar de estar dando vueltas a la mente porque solo genera sufrimiento, no como tú dices, si yo después de comerme una pizza estoy todo el tiempo ¿Para qué lo hice? Es que si me cae mal, es que si yo ya sé eso ni cambia el que ya te comiste la pizza, y lo único que hace es que está generando sufrimiento en este momento, entonces hay que dejar de darle vueltas en la mente, y lo que hay que hacer es aceptarlo, decir bueno, ya me comí esa pizza que sé que no me callo bien o qué comí más de lo que yo necesitaba, y tomar acciones, es decir me hago responsable, ya me comí la pizza, tomo esa responsabilidad como adulto que soy y ahora que he decidido hacer ¿Que quiero hacer ante esto? ¿Qué es lo mejor que puedo hacer por mí ahora? El pasado ya fue, pero el presente lo estamos diciendo ahora mismo, entonces ¿Qué quiero hoy?

Tania Sanz: Exactamente y quizás tal vez una de las soluciones podría ser, bueno ya, voy a tomar cartas en el asunto y mi siguiente comida me voy a preparar una ensalada deliciosa, que tenga más verduras y que como que no sé, es una forma de apapacharte también, bueno para los que no se escuchan que no saben que es apapacharse es como de mimarte, de darte amor sin latigarte, sin ese sufrimiento bueno es lo que se me ocurre ¿Tú qué opinas?

Ana Arizmendi: Sí claro entonces de qué me sirve estar me como tú dices, de estarme latigando, de nada, simplemente me genera ahorita mucha más angustia entonces decir bueno ¿Como si me gustaría sentirme ahora? Me gustaría sentirme tranquila, me gustaría volver a sentirme saludable, me gustaría volver a sentirme cómo encarrilada en mis hábitos sanos, entonces pues tomo agua, como tú dices planeo mi siguiente comida para que sea algo que le hace bien a mi cuerpo, elijo salir a caminar, etcétera, entonces auto cuidado después de la culpa, yo creo que esa la mejor manera de gestionarla.

Tania Sanz: Si totalmente, y regresando un poco la película, estábamos hablando un poco qué pasa después, vamos a profundizar más en qué hago ya cuando recaí en lo que me había prometido de no comer así por emoción o por desahogarme con la comida, pero volviendo como un poco atrás es decir ¿Qué es el mecanismo que me impulsa a dar ese paso? ¿Qué son los motivos personales que me hacen comer emocionalmente? Porque no siempre comemos cuando tenemos hambre, eso está claro, lo cierto es que comemos por diferentes razones, quizás porque no hemos encontrado otro placer, u otro refugio tan cercano no accesible, que tenga el no poder para recompensarnos, para calmarnos o para aliviar temporalmente algo que nos afecta, entonces ¿Cuál es? ¿Y por qué son los motivos más comunes por los que tendremos a refugiarnos en la comida?

Ana Arizmendi: Bueno uno que acabas de mencionar es porque hemos aprendido desde muy pequeños que la comida es un recurso para gestionar emociones ¿Y sabes qué? O sea, yo creo que sí lo es y puede ser válido o sea, por ejemplo, yo creo que la comida es un medio válido para demostrarle a alguien más que lo queremos, como cuando le preparamos las galletas favoritas a nuestra amiga ¿No? o cuando sabemos que alguien le gusta mucho cierto platillo y se lo hacemos, entonces si es una via como para demostrar afecto, el problema es cuando la comida se vuelve nuestro único recurso para gestionar emociones porque cuando algo se vuelve nuestro único ,vamos a abusar de él y como vivimos en una sociedad que todavía no tiene una buena educación emocional la verdad es que crecemos con muy pocas habilidades para gestionar nuestras emociones, no sabemos qué hacer ni con nuestras emociones desagradables, ni con las agradables pero lo que si hemos aprendido a hacer es comer, porque piensen desde muy pequeño o sea, cuando un niño llora lo primero que se hace es meterle algo a la boca, cuando un niño va al médico y le ponen una inyección le dan después de una paleta, cuando un niño saca buenas notas en el colegio lo llevan por un helado entonces vamos aprendiendo desde muy pequeños a que si hay algo que celebrar, si siento alegría si siento amor, como, pero si siento también tristeza, si siento soledad, si siento rabia, entonces como, entonces yo creo que la primera gran causa es la falta de herramientas de gestión emocional y la buena noticia es que esas son habilidades que podemos desarrollar en cualquier momento en nuestra vida. Entonces yo les diría que nuestra relación con la comida realmente nunca es el problema, es el síntoma, entonces por ejemplo aquí es el síntoma de una falta de gestión emocional, lo que hay que hacer es desarrollar nuevas habilidades para tener otras opciones y entonces a ver qué hacer cuando siento angustia, saber qué hacer cuando siento tristeza y que la comida sea una de muchísimas opciones y no la única.

Tania Sanz: Súper cierto lo que acabas de decir, como que la comida está presente en muchas áreas de nuestra vida positivas y cuando estamos mal como que buscamos esa sensación positiva que no podemos obtener, o ese alivio que no podemos obtener de otras de otras fuentes y esas herramientas de gestión emocional que mencionas bueno hay varias, existen algunas más comunes que otras, algunas más prácticas que otras, de su experiencia será que quizás tendremos que primero encontrar nuestro motivo de porque tendemos a refugiados en la comida o podemos ponerlas en práctica en seguida.

Ana Arizmendi: Yo creo que la verdad es que las herramientas de gestión emocional las necesitamos todos, seamos de las personas que recurrimos a la comida o no, o sea, yo creo que la educación emocional debería ser parte de nuestra educación básica de sobre vivencia en esta vida, entonces yo sí creo que podemos empezar a poner en práctica nuevas herramientas, y una que es súper sencilla y que todos tenemos a la mano respirar, por ejemplo respirar, mover nuestro cuerpo, hablar, es que hay tanta gente que reprime sus emociones porque creció creyendo que los hombres no lloran, que las mujeres no se ven bonitas si demuestran rabia, que no quieres decir lo que tú piensas o sientes porque no quieres molestar al otro, entonces aprender a hablar y a decir cómo nos sentimos entonces, no podemos hablar digamos de viva voz, pero también es vivir es una gran herramienta para poder expresar como nos sentimos, yo creo que eso es algo que podemos poner en práctica todos, y todos los días sin importar si tenemos una relación conflictiva con la comida o no. Pero por supuesto que si ustedes si observan que la comida es un recurso algo que pueden hacer y que a mí me parece un ejercicio bellísimo es hacer como yo llamo un diario de alimentación pero no en el sentido de que vayan registrando lo que comen no, como el clásico a veces registro qué hacemos con el nutricionista sino más bien este diario de alimentación consiste en que cuando ustedes noten que tienen este impulso, estas ganas de comer, simplemente lo vayan registrado y decir, bueno ahorita siento estas ganas que quiero comer algo, o tengo un antojo de algún alimento en particular, tengo ganas de darme un atracón y en ese momento simplemente noten donde están, qué horas son, que están haciendo y cómo se siente y van a ver que si empiezan a llevar este diario por al menos una semana, unos días, van a empezar a notar patrones y aquí lo importante es empezar a ver cuáles son los disparadores y los disparadores del comer emocional pues son emociones, se van a dar cuenta de que casualidad que siempre es cuando se sienten solos, que llegan a la casa de la noche ya no hay nadie, y sienten quizás como golpe de soledad. O quizá cuando sienten ansiedad, o quizás cuando sienten no sé, molestia o que sienten que en el trabajo quizá pasaron sus límites, o sea, vayan viendo cuáles son las emociones que lo disparan y todos tenemos alguna emoción que veíamos maestra o sea, hay una emoción en particular que a todos como que nos cuesta un poco más de trabajo manejar entonces esa emoción es justamente, es maestra porque nos está invitando aprender, dense cuenta si es la tristeza, si es más bien la rabia, y entonces decir, okey esta es en la que tengo que trabajar más cuáles son las herramientas para gestionar específicamente esa emoción.

Tania Sanz: Exactamente, pero si no hacemos este análisis jamás nos vamos a dar cuenta de este patrón y entonces va a ser mucho más difícil tomar acción porque va a ser mucho más difícil de diagnosticar o de incluso hacer este auto análisis para poder encontrar el ¿Porque estamos recurriendo a la comida cuando no tenemos hambre? O cuando ni siquiera tenemos un antojo, qué antojo podemos tener todos, de oye se me antoja un helado, bueno ya, pero no es como que tengo una emoción y me desahogo, o me refugio en este en este alimento que es diferente me encantó la estrategia.

Ana Arizmendi: Oye también quisiera platicar de algo porque yo creo que para, el comer emocional creo que tiene como dos grandes disparadores, uno ya platicamos qué es la falta de gestión emocional que es, las emociones, pero hay otra que no quiero que se me pase porque también algo que nos impulsa a comer es las asociaciones o significados tenemos vinculados a ciertos alimentos.

Tania Sanz: Es verdad.

Ana Arizmendi: Mira por ejemplo tú que vives en un país diferente a tu país de origen muchas, muchas veces cuando vinimos fuera de nuestro país, empezamos a tener como de pronto antojos de cosas que son de nuestro país, que quizá en nuestro país eran tan comunes, que no las comíamos tanto, pero que estando fuera las valoramos mucho.

Tania Sanz: Totalmente.

Ana Arizmendi: Porque por lo que significan porque nos recuerdan nuestro país que es nuestra casa, es nuestro lugar seguro, es nuestra familia entonces por eso es bien interesante preguntarnos no nada más cómo me siento cuando se me antoja algo sino ¿Que se me antoja en particular? y preguntarme porque se me antoja esto porque algunas personas por ejemplo se les antoja más el dulce y otras personas el dulce no se les antoja, pero se les antoja lo picante, a otra se les antoja lo amargo, a otra se le antojan cosas crujientes, a otras más bien cosas suaves, preguntarnos porque se me antoja este sabor porque nuestro cuerpo no genera los antojos nada más porque si, sino porque ese alimento entonces si yo me pregunto a ver ¿Qué significa este alimento para mí? Y realmente que necesito, entonces ahí también va a venir la respuesta a veces lo que necesitamos es compañía, a veces necesitamos estamos descansar, a veces necesitamos cambiar de actividad porque estamos aburridos a veces necesitamos un abrazo, a veces necesitamos apoyo porque estamos abrumados por las cosas que tenemos que hacer y de ahí por eso yo siempre uso esta pregunta que ha sido como maestra en mi trabajo personal y profesional que es ¿De qué tiene hambre tu vida? O sea, cuando tengo hambre ¿De que realmente tengo hambre? Y la mayor parte de las veces no es del alimento en sí, sino tengo hambre de lo que el alimento representa, de lo que yo creo que obtengo a través de ese alimento.

Tania Sanz: Es que me dejaste con la boca abierta porque no lo pudiste haber explicado mucho mejor y es verdad, este ejemplo que he visto de que yo a veces yo que no vivo en México se me antojan cosas, a lo mejor esta hambre de sentirme parte, de sentirme segura, como es de sentirme en familia, en casa y nos ha de haber pasado muchos de que a lo mejor se nos antoja otras cosas porque no sabemos exactamente qué es lo que necesitamos hasta que nos sentamos y decidimos, haber, haber espera un momento ¿Porque se me antoja esto? Como dices y ya entonces darte cuenta es una solución, es una estrategia en sí misma de conocerte bien y usar esto que, esta nueva información acerca de ti para para mejorar en sí no solamente tu alimentación sino también toda tu vida, todo tu bienestar incluso tus relaciones a lo mejor lo que se te antoja es no sé, hablar con tu abuelita o no sé, la sensación de salir a dar un paseo, a lo mejor tienes hambre otra cosa y solo mediante este análisis que muy bien dices se va a poder hacer, a mí me encanta Ana, muy bien.

Ana Arizmendi: Exacto y algo que me gusta mucho de pensar así nuestros antojos y nuestra conducta alimentaria, es que nos cambian nuestra perspectiva, muchísima gente y seguramente tú también lo escuchas en tu práctica, como que les causa mucho sufrimiento y creen que hay algo mal en ellos porque tienen de pronto muchas ganas de comer, sienten esta ansiedad por comer porque de pronto tienen muchos atracones, porque de pronto, tienen como muchos antojos y creen que son golosos y dicen, es que porque tengo poca fuerza de voluntad, porque no me puedo controlar a mí mismo, es que toda mi vida he luchado contra mi forma de comer, entonces a veces creemos que nuestra hambre o nuestra manera de comer, es el enemigo, pero si lo pensamos de una manera distinta, yo siempre creo que no es transforma de comer, es una gran invitación para conocernos mejor, que lo único que está haciendo nuestro cuerpo mente generando está necesidad de comer es señalarnos que hay algo que nos hace falta, hay algo que necesitamos para vivir plenos, para estar sanos, entonces si en vez de irnos como caballo desbocado a comer nada más sintiendo el impulso y hacemos una pausa y respiramos y nos preguntamos haber ¿Cómo me siento? Y ¿Qué necesito? Para mí esas son las dos preguntas claves, estoy sintiendo ganas de comer respiro y después digo haber ¿Cómo me siento? Como que estoy sintiendo preocupación que necesito en este momento, entonces ahí está la respuesta y entonces estás ganas de comer no son el enemigo al contrario son un gran aliado para satisfacer nuestras necesidades reales y para vivir más en equilibrio.

Tania Sanz: Si, cierto yo recuerdo que al recibir el correo de una suscriptora que precisamente comentaba que en aquellos días en los que tenía mucha carga de trabajo, ella era enfermera, invariablemente comí algo dulce al final de su jornada era una chocolatina un donut, cualquier cosa pero azucaradas, no era como que bueno voy a comer unas palomitas no, no, tenía que ser algo dulce y ella se justificaba diciendo bueno es que me hizo energía, en realidad es que he tenido un día súper pesado, mi cuerpo me está pidiendo esto y en realidad se dio cuenta de que no era todo los días, de que en realidad su cuerpo necesitaba energía ,sí más o menos todos los días pero era en específico algunos días en los que no podía controlar ese impulso y entonces lo que empezó a hacer fue empezar a meditar es decir, es como un hábito a largo plazo no tanto dirigido a esta auto análisis, sino más me siento, respiro, trato de evaluar lo que mis pensamientos, los dejo ir, me concentro mi respiración, es decir tratar de no engancharte a tus a tus pensamientos, cómo es la práctica de la meditación y otro hábito que puse en práctica fue comer más lento, es decir, agarró, se sentó y empezó a comer, pero mira disfrutando cada bocado y como que le calmo la ansiedad entonces lo que ella tenía era como esa ansiedad, ese estrés de una jornada de trabajo difícil, y obviamente el azúcar le daba como una relajación pero el hábito de comer más con más atención y el hábito de meditar le ayudaron, entonces de tu experiencia ¿Tú crees que ese tipo de hábitos que no están totalmente dirigidos al comer emocionalmente puede ser una solución también a largo plazo?

Ana Arizmendi: Muchísimo, porque tú ahorita acabas de decir algo muy importante cuando comemos con atención y por lo tanto bajamos el ritmo al comer, primero eso nos va a hacer conectarnos mucho más con nuestras sensaciones de hambre y saciedad y por lo tanto saber cuándo genuina mente tiene hambre nuestro cuerpo y cuando no, y cuando ya comimos suficiente pero es que además también la práctica de mindfulness o de atención plena, nos ayuda a identificar mejor nuestras emociones, y por lo tanto es ir a ver cómo me siento y por lo tanto abrir alternativas para manejarlas con algo que no sea comida, okey sí, yo ya sé que lo que estoy sintiendo es desesperación, que es lo mejor que puedo hacer con la desesperación, y otra cosa importante es que cuando comemos con atención aumenta el placer, disfrutamos más, comer a prisa nos impide estar presente y de hecho hasta disfrutar a nivel fisiológico o sea, no está suficiente tiempo la comida en el paladar como para realmente sentir el sabor, entonces cuando comemos con calma si sentimos no solo el sabor, el olor, el color, las texturas todo, vemos cómo es la comida y sus colores, y como es la presentación, y una también de las grandes fuentes que yo he visto que llevan las personas a comer emocionalmente, es la falta de placer en su vida, la comida es una gran fuente de placer yo creo que siempre debe ser una gran fuente de placer, pero nuevamente para muchas personas se vuelven la única, vivimos en una sociedad con una fuerte déficit de placer y otra que ponía el ejemplo de la enfermera, creo que mucha gente está, o sea, estamos todo el día en el deber ser, o sea, como trabajando y superando crisis, resolviendo problemas, con toda nuestra atención afuera ¿No? Resolviendo cosas del trabajo de la familia, de los demás y poco le damos tiempo y espacio a lo que nos da placer, a lo que hacemos simplemente por el gusto de hacerlo y el placer es una necesidad biológica y psicológica, básica, porque sin placer no se activa la respuesta de relajación que como tú sabes es vital para digerir, para descansar, para desintoxicar el cuerpo, nuestro cuerpo mente cuando ve estamos mucho tiempo en estrés, va a buscar maneras de relajarse y si no le damos otra más que comiendo pues va a ser la única que va a utilizar, entonces el mindfulness nos permite gozar más de los alimentos pero gozar mal de todo y por lo tanto si yo tengo más placer en mi vida, menos voy a tender a buscarlo en exceso en la comida.

Tania Sanz: Y demás le das el valor a la comida porque entonces en lugar de agarrar y comer ahí lo que sea por ansiedad o por estrés, simplemente te relajas aprendes a controlar tus impulsos, aprendes a darle valor a lo que comes a disfrutar como bien dices yo creo que es un hábito importante que todo el mundo debería de poner en práctica no solo si tienes como una tendencia a refugiarse en la comida sino todo el mundo debería de tomarse el tiempo para para comer y bueno hablando un poco más de las estrategias también había leído que se puede reemplazar el comer como más o menos lo mencionaste hace unos minutos, reemplazar el comer con otra actividad saludable en ese momento, decir como una estrategia tipo de emergencia, entonces ya dijimos bueno escribir, se me antoja algo así súper azucarado, súper salado y no puedo más en lugar de ir y se ve al impulso, escribo y eso me va ayudar a conocer mejor y hacer análisis pero qué opinas de si a lo mejor hago otro tipo de actividades, llamar un amigo, bailar, no sé, contar un chiste, ver un vídeo de YouTube, escuchar el podcast de Ana ¿Puede funcionarme también, es decir como estrategia de reemplazo?

Ana Arizmendi: Si totalmente, yo creo que sí, yo creo que ante la urgencia de comer digamos, yo creo que si funciona muchísimo tener a la mano algunas actividades que podamos hacer., de hecho yo algo que le sugiero a mis pacientes y que comparto a aquí con mucho gusto, es que traigan consigo siempre como un kit de emergencia emocional, así como solemos tener las manos siempre un kit así como con un medicamento rápido por si nos duele la cabeza, un pañuelo, cositas así, hay que traer también algo que nos sirva, para cuando tenemos emergencias emocionales y el kit de cada quién será distinto por ejemplo, para unas personas será traer una lista de música que los relaja o que los pone contento en su teléfono móvil, para otros será traer aceites esenciales, para otros será trae una meditación guiada, para algunos será traer una pulsera de cuentas que le recuerda un ejercicio de respiración, para otros como decías, es tener como su lista de vídeos chistosos favoritos de YouTube, un álbum de fotos que le recuerdan a personas que les hacen sentir tranquilidad ternura, entonces vayan pensando como que sería eso que podrían traer siempre consigo y que puedan dar en caso de emergencia, y súper útil porque entonces yo misma me estoy dando alternativas para ese momento, usamos también mucho la comida porque vivimos en una sociedad donde la comida está muy a la mano, o sea, ningún otro momento de la humanidad habíamos tenido comida tan disponible, entonces ahora tener comida es muy fácil, también hay que tener la mano otras alternativas, a las que podamos tener acceso rápido, algo a mí también que me gusta y que yo personalmente tengo, es una notita en mi teléfono móvil donde yo me doy instrucciones, la noticia se llama en caso de emergencia, entonces yo misma me pongo Ana acuérdate, uno respira, dos haz esto, tres haz esto ¿Cómo le diríamos alguien que está en crisis? Le diríamos haber, tranquila, respira, haz esto, entonces darnos instrucciones también funciona mucho porque muchos en el momento de crisis como que se nos olvida pero si yo lo tengo escrito y clarísimo, si yo sé que ya nada más con abrir mi teléfono sale mi álbum de frases poderosas, yo sé que algo muy sencillo que puedo hacer.

Tania Sanz: Exactamente, claro y es gratis además.

Ana Arizmendi: Y es gratis.

Tania Sanz: Claro es como una carta a mí yo del futuro, a ver si lees esto y estás estresado no vayas a la máquina del pasillo, ve al baño y lávate la cara.

Ana Arizmendi: Si, habla con alguien, que a cada uno nos funcione.

Tania Sanz: Exactamente, me encanta porque siento que todo lo que compartes y las estrategias son súper prácticas son cosas que podemos o sea, podemos tomar acción desde ya, es decir, acaban de escuchar este podcast y desde ya lo pueden poner en práctica y solucionan es decir, no nos quedamos ahí de que, bueno es que yo, pobre de mí, no tengo fuerza de voluntad, y no tengo auto control y ya, no, aquí tomamos al toro por los cuernos y vamos a hacer algo por nuestro bienestar emocional y por estas estrategias de inteligencia emocional, esas herramientas que amablemente nos estás dando, Ana bueno vamos a pasar un poco, ya vimos exactamente qué hacer si tenemos como este episodio de crisis emocional, nos queremos refugiar en la comida o esta sensación desagradable que no la podemos combatir de otra forma, ya sabemos qué hacer cuando tenemos este impulso, pero quizás la vida no va a ser perfecta, incluso aunque pongamos en práctica todas estas estrategias, incluso aunque tengamos nuestro kit de emergencia, aunque nos propongamos con todas las fuerzas, de ya vamos a tomar un mejor camino en nuestra relación con la comida etcétera, va a haber algún obstáculo y vamos a recaer, no va a haber otra opción tenemos que recaer en algún momento porque es así, en esos momentos en los que todo iba muy bien, y yo decía bueno ya llevo dos semanas, y que he estado estresado y no he caído en la comida o he estado súper cansado y he comido saludable a pesar de todo, pero hoy justo ya, no pude más y me comí todo lo que pude, o me comí un paquete de galletas por esta ansiedad ¿Que podemos hacer para retomar el camino? Uno ya habíamos dicho la culpa, pero ¿Hay alguna otra cosa que podamos hacer para que sea más fácil no tener esta mentalidad de todo o nada? Y decir, bueno ya, me equivoque una vez entonces ya da igual las estrategias y ya voy a seguir así.

Ana Arizmendi: Si, yo creo que hay dos pasos muy claros y que van en orden, el primero es auto cuidado y ya lo habíamos dicho o sea, ya comí en exceso, ya me doy cuenta que bebí demás o lo que sea, lo que hay que hacer es auto cuidado porque lo que la mayoría de la gente hace es que después que tiene estos periodos se maltrata mucho, se maltrata o mentalmente diciendo ¿Cómo lo hice? Nunca puedo, nunca voy a cambiar etcétera, o se maltrata a través de sus conductas entonces dice bueno ya bebí en exceso hoy, pues todo el fin de semana, les digo o se maltrata castigándose, se ponen un castigo, ah entonces mañana no desayuno, mañana corro el doble, entonces nada de eso funciona para acercarnos a la salud física y mental que es al final lo que queremos, entonces hay que evitar todo eso y hay que reemplazarlo con auto cuidado. Okey entonces, bebí en exceso ¿Qué es lo mejor que puedo hacer por mí ahora? Quizás dormir y descansar un rato como decíamos retomar nuestros hábitos, tomo agua mi siguiente comida quizás me preparo algo ligero porque estoy muy inflamado, o sea, retomar los hábitos, dónde me quede ahí retomo no, entonces uno es auto cuidado, y el segundo es aprendizaje nuestro más grande maestro eso nuestro último error entonces no hay que dejar pasar esta oportunidad si en vez de ver ese atracón, o ese comer en exceso, como una recaída, como una falta si lo vemos como un maestro y como una oportunidad de aprender, decimos hay que bueno se me acaba de presentar una oportunidad para aprender entonces me pregunto haber ¿Qué pasó? ¿Cómo me sentía? ¿Por qué comí de más? O a veces es ¿Por qué no comí en todo el día? No sé qué pasó ¿Por qué? O sea, cómo me sentía ¿De qué tenía hambre realmente que necesitaba? ¿Qué puedo hacer diferente en la próxima vez? O sea, retomando otra vez el ejemplo que tú nos dabas o sea, si esta enfermera se da cuenta de que, ah okey es que comí algo dulce, primero pues porque quizás hice doble turno, no me di mis descansitos o la verdad es que llegue a casa y lo que quería era desconectarme, me sentía sobrecargada, ah okey entonces ¿Qué puedo hacer mejor la próxima vez? Darme descanso o llegar a casa y darme un baño relajante, o ponerme una pijama rica para dormir, entonces hay que tomar ese episodio como una oportunidad para aprender, conocernos y crecer.

Tania Sanz: Y mejorar también un poco ¿No? Así que bueno ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Qué puedo hacer mejor? Como bien lo dices y me parece súper bien estas dos secuencias de pasos es decir, auto cuidado, no latigarnos, no castigarnos, si no darnos un mínimo, como le dirías a lo mejor a tu hijo, a tu hermana, o a tu mejor amiga, que le digas no pasa nada, no pasa nada, la próxima vez lo haces mejor, echarnos porras, darnos ánimo con algo saludable y la parte número dos de aprender, así que bueno vamos a recaer en nuestros viejos hábitos en algún momento de la vida no se van a ir entonces si ya caímos ya sabemos que hacer, Ana muy bien, me encanta o sea, me gusta mucho lo que haces porque lo dices de una forma muy fácil, muy fácil de digerir cómo era tu proyecto anterior y la pregunta ¿De qué tiene hambre tu vida? Qué es el la filosofía detrás del proyecto y del trabajo de Ana, creo que es una pregunta muy clara que puede ser también como una propia estrategia, como dices, no como una forma de hacer este análisis ¿De qué tengo hambre? Que no de que tengo hambre de emoción física perdón, sino emocional, y está pregunta me gusta mucho, yo creo que vale la pena rescatarle, vale la pena que todos la anotemos y nos lo pongamos como un recordatorio para esas crisis emocionales el ¿De qué tengo hambre en realidad? Y bueno antes de empezar a despedirnos porque se va muy rápido el tiempo tengo que invitarte parte dos, parte dos.

Ana Arizmendi: Ay sí.

Tania Sanz: La siguiente pregunta es demasiado obvia pero vale la pena hacerla para los que nos escuchan, pues no se lo tomen a la ligera, porque las estrategias se escuchan muy fáciles pero quizás cuando hay un problema serio nuestra relación con la comida, es importante no dejarlo pasar, entonces ¿En qué momento hay que pedir ayuda cuando estos atracones o el hábito de comer emocionalmente es recurrente cuando nos está afectando mucho? Es decir ¿En qué momento si no puedo solo o sola necesito ayuda profesional?

Ana Arizmendi: Sí gracias por eso, porque creo que a veces está tan normalizado el comer emocionalmente y a veces incluso hasta tan fomentado que mucha gente lo pasa por alto y hay que entender que los atracones son siempre el síntoma de algo más y por eso es importante revisarlos porque realmente lo que atrás puede ser que haya una depresión, que haya ansiedad, que haya un duelo sin trabajar que haya algún tipo de trauma, entonces es importante revisarlo, cómo saber cuándo ya es momento porque mi forma de comer me empieza, empieza a afectar mi salud física, yo empiezo a tener como estamos síntomas físicos o porque empieza también a afectar mi calidad de vida y la relación que tengo conmigo, es decir, empieza a causar aislamiento, empieza a causar falta de concentración porque todo lo que pienso en el día tiene que ver con comer con mi peso porque empieza a afectar mis relaciones con otros y sobre todo porque empieza a afectar la relación que tengo conmigo misma, o conmigo mismo. Porque empieza a bajar la autoestima, porque empiezo a sentirme poco capaz, porque empieza a disminuir mi confianza interior y algo que si me gustaría aclarar es que, el profesional indicado para trabajar con las conductas alimentarias alteradas es un psicólogo, porque justamente estamos hablando de conducta y el especialista en conducta es el psicólogo y yo entiendo que muchísima gente, como es algo que tiene que ver con alimentos muchas veces primero recurre con el nutriólogo y ahí bueno yo sé que muchísimos nutriólogos tienen esta ética de decir, esto ya toca con el psicólogo, pero es importante que entiendan eso o sea, esto hay que trabajarlo con el psicólogo porque lo que hay de base son creencias distorsionadas lo que decíamos falta de gestión emocional pero puede haber cosas muchísimo más profundas que hay que revisar.

Tania Sanz: Exactamente como cosas que tenemos que no dejarlas pasar y se vale pedir ayuda es decir, no es de que uno es súper poderoso y puede hacerlo todo y quizás hay profesionales de la salud que divulgan información muy buena como tú quedan estrategias excelente, pero cuando el problema se te está yendo de las manos, entonces ojo, hay que ir con un psicólogo para que esto no se haga una bola de nieve que empieza a tener problemas más graves o incluso que carguemos con esta bola de nieve y este problema todo el tiempo, cuando realmente podemos empezar a darle una solución con alguien experto, con alguien que sabe cómo un psicólogo así que me parece súper bien que lo hayas aclarado y a los nutricionistas o nutriólogos y nutriólogas que no se escuchan aprender también a derivar a esa persona a un psicólogo, no querer hacerlo todo y yo quiero hacer porque quizás no estamos capacitados para también poder lidiar con conductas como dices de personas que ya las tienen muy arraigadas, y es necesario tomar cartas en el asunto pues cuanto antes, Ana muchas gracias oye antes de que te diga adiós ya, punto final, te quiero hacer una pregunta que le he hecho a varios invitados de la temporada pasada es un poco más personal, no tiene que ver con la alimentación o sí, y bueno puedes contestar lo que quieras ¿Te parece bien?

Ana Arizmendi: Venga.

Tania Sanz: Bueno ¿Cuál fue el hábito o los hábitos más importantes que han causado más impacto en tu vida en los últimos años?

Ana Arizmendi: Yo creo que el primero es escribir para mí escribir ha sido un hábito que lo empecé fíjate que desde niña pero que los fortalecido y le he dado una mayor intención a partir de mi vida adulta, y para mí escribir ha sido una herramienta de auto descubrimiento, de transformación, de sanación poderosísima, yo siempre digo que escribir es como traer un psicólogo siempre en la bolsa, si es una gran forma de expresar como nos sentimos, de obtener claridad, de salir de dudas, yo escribo casi diario y hay periodos que escribo más o que escribo menos, pero creo que es uno de los hábitos más poderosos en mi vida.

Tania Sanz: Sí yo comparto contigo, yo también era de escribir no sé, la carta al novio o al papá o así de vez en cuando pero ya cuando uno se pone el hábito es que pasan cosas maravillosas, de que de repente ya hasta te salen cosas lindas, de repente un poema o algo ahí, una observación, una filosofía, un análisis personal así que me encanta el hábito y que mucha gente lo ponga en práctica sobre todo por lo menos para empezar a hacer análisis de porque estoy comiendo emocionalmente ahí lo pueden empezar ¿No?

Ana Arizmendi: Si, maravilloso.

Tania Sanz: Ana me gustó hablar contigo unos minutos muchas gracias por estar aquí, por todo lo que nos compartes y cuéntanos ¿Dónde te podemos encontrar? igual vamos a dejar todo en la página pero si nos quieres contar un poquito más ¿A dónde nos dirigimos para aprender más de ti?

Ana Arizmendi: Bueno mi página es psicoalimentacion.com y ahí encuentran todos los servicios que ofrecemos en el Instituto de Psicología de la alimentación todos los cursos etcétera y también tengo un podcast que se llama ¿De qué tiene hambre tu vida? Que está disponible en todas las plataformas y en redes sociales, me encuentran en Instagram como @Anaariz.

Tania Sanz: Si, Instagram me gusta yo te sigo porque compartes frases muy chulas.

Ana Arizmendi: Muchas herramientas, recetas.

Tania Sanz: Sí, sí bueno vamos a dejar todo en la página para que no, para que quizás hay alguien que quiero escuchar el podcast, pero también te quiere seguir entonces ya está todo junto en habitualmente.com barra Ana Arizmendi todo junto ahí dejamos de que el podcast, sus redes, ya que cada quien te siga en todas o en donde mejor le quede o dónde más esté, Ana muchas gracias por el tiempo.

Ana Arizmendi: Al contrario Tania, encantadísima de platicar contigo y de poder así conectar con tu comunidad.

Tania Sanz: Gracias, así que ojo para los que no se escuchan, refugiarse en la comida de vez en cuando puede convertirse en un trastorno de alimentación, hay que empezar a romper el hábito y bueno que mejor con un profesional de la salud y tratar de ver este proceso como una oportunidad para conocerse mejor, como decía Ana cuidar el peso y desarrollar otros hábitos saludables que también mejoren tu salud y bienestar, Ana hasta la próxima te invitamos otra vez.

Ana Arizmendi: Un abrazo desde México.

Tania Sanz: Igualmente Ana bye, besitos.

Tania Sanz: En habitualmente.com/amaarizmendi todo junto porque hay que aprender, no solo si comes emocionalmente o no, hay que aprender sobre hábitos de alimentación y sobre cómo mejorar tu relación con la comida siempre, esto es algo que se puede trabajar siempre en todas las etapas de la vida.

¿Qué te pareció está entrevista?

A Ana y a mí nos encantaría saber más de ti: ¿qué aprendiste hoy sobre el hambre emocional? ¿tienes el hábito? ¿qué pondrás en práctica? ¡te veo en los comentarios!

Las revisiones son muy importantes para que este podcast llegue a más personas, me harías muy feliz si me dejas una revisión en iTunes.

Comparte y ayuda a más personas a mejorar sus hábitos de alimentación

Este artículo fue enviado primero a los suscriptores.

Únete GRATIS y recibe el siguente artículo antes que nadie. Además recibes contenidos y beneficios exclusivos de los que solo puedes enterarte por correo.

1 Comentarios:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  1. Beatriz Solarte

    Me parecio maravillosa y reveladora la entrevista. Actualmente en mi país (Venezuela) hay un debate muy fuerte sobre la gordura, donde han surgido cosas como:
    1.- Es falta de voluntad y/o autoestima.
    2.- Gente que no se ama y en el fondo se está suicidando de a poquito.
    3.- Descuido criminal.
    4.- Imposible la felicidad para un gordo.
    5.- Amenaza a la salud pública.
    Yo he sido gorda toda mi vida y, si bien estoy buscando bajar de peso por cuestiones de salud, y reconozco que el item «sobrepeso» es una meta pendiente (que no me voy a dejar ganar) desde hace MUCHO tiempo, tampoco es que me sienta la más miserable ni me dejo guiar por personas que plantean que tengo que odiar lo que soy hoy para llegar a la del mañana. Es decir…no me veo ni siento entre el 1 y el 4…
    Despues de oir la charla de una amiga sobre la comida (el planteamiento era que la comida es más que alimentación, es relación con tu historia y los orígenes) y la entrevista de hoy, estoy mucho mas clara.
    Mil gracias

© 2014 – 2024 Habitualmente.com
cambia tu mente, cambia tus hábitos, cambia tu vida
Cariños 73
31 26 14 7 26
50% Completado

Recibe GRATIS Mi Curso De 3 Videos Para Cambiar Tus Hábitos Y Transformar Tu Vida