Cómo dejar de compararte con los demás (y aprender a usarlo a tu favor)
Estoy segura de que alguna vez, te has comparado con alguien más y, es probable que en esa ocasión, hayan aparecido algunas emociones que te hicieron sentir derrota, frustración, tristeza o insatisfacción.
Pero, compararte además de algo natural, también puede ser útil, puede inspirarte, impulsarte para mejorar o incluso motivarte a tomar acción. ¡De verdad! tú puedes usar esa terrible tendencia a la comparación a tu favor, aquí descubres cómo lograrlo.
En este artículo también quiero compartirte cuáles eran mis fuentes de comparación, y algunas estrategias que me han estado ayudando a dejar de hacerlo y fortalecer mi confianza. Todo lo que lees, está aprobado por una psicóloga experta, sigue leyendo.
“Es inútil comparar una rosa con una margarita, las flores solo se dedican a florecer”
Deje de usar Instagram por más de 45 días.
Vale, no suena como una larga temporada, pero, tomando en cuenta que todos los días pasaba tiempo viendo fotos y videos pues, creo que sí fue un reto para mí.
Y al mismo tiempo, fue un gran alivio, aquí quiero contarte por qué.
En mis tiempos libres (que realmente son pocos) era habitual que sacará mi móvil y, de forma automática, abriera Instagram.
Era un hábito casi tan arraigado como encender el interruptor de la luz antes de entrar al baño.
Y por supuesto que era divertido, pero después de ver una foto o video, continuaba con otro y otro y otro y otro y otro más y, cuando subía la cabeza para ver la hora, me dolía el cuello y habían pasado rápidamente 15 o 20 minutos.
-¿Cómo es posible que haya pasado todo ese tiempo?-, me preguntaba escandalizada.
Y enseguida aparecía la culpa y el remordimiento.
Después de todo, ese valioso tiempo podía haberlo invertido en otra cosa que me hiciera sentir mejor: leer una novela, hacer ejercicio, meditar, tumbarme en la cama, salir a dar un paseo, pintarme las uñas y un millón de cosas más que se me ocurren.
Pero no, yo había decidido pasar tiempo, incluso me atrevo a decir, desperdiciar el tiempo en Instagram.
Aquí viene la parte que quiero contarte…
Además de tener esa sensación de arrepentimiento, comencé a desarrollar una tendencia fuerte a compararme con lo que veía.
Al principio esa cascada de imágenes acerca de la maravillosa vida de otras personas, de atardeceres, de paisajes, de hermosos bebes y etcétera, me ayudaba de cierta forma a adormecer mi mente por unos minutos, quizás a desconectar, hasta que me di cuenta de que aquella «magia» me estaba perjudicando.
De pronto, sentía que necesitaba hacer más ejercicio (porque no tenía el abdomen marcado, ni el trasero lo suficientemente redondo), que era importante comenzar una remodelación en casa, que me urgía comprar más ropa con las “tendencias” de la temporada,….
Me puse triste al pensar que que hay otras mamás emprendedoras que pueden hacer maravillas con su tiempo y, yo no.
Me sentí ansiosa por estar fuera de la realidad con filtros, por no publicar más fotos en lugares irreales, por no actualizar mis historias en Instagram y quizás sacarme una cuenta en TikTok.
Me sentía mediocre y, me preocupaba la falsa creencia de que no estaba en dónde debería supuestamente de estar.
Y así entraba en un espiral de comparación que iba flagelando mi confianza y autoestima. Dude de muchas cosas y, sentí una profunda insatisfacción con lo que soy y lo que tengo.
Pasar tiempo en Instagram me comenzó a generar ideas tóxicas.
A pesar de lo útil que puede ser esta red social, para mí fue más veneno que bendición.
Por eso, no quiero decir que las redes sociales son malas para todo el mundo, al final de cuentas Habitualmente.com también se beneficia de estas.
Con esto, solo quiero decir que mi fuente de comparación negativa era pasar tiempo en Instagram.
Pero, cada persona tiene su propia fuente de comparación.
Piénsalo…
Tal vez tú sueles compararte con tus vecinos que ya remodelaron el jardín y se compraron una camioneta nueva
Tus colegas del trabajo que solo te cuentan lo maravillosa que es su vida
Tus antiguos compañeros de la escuela que ya se casaron, tienen casa propia y 6 hijos
Ese artista que tiene un jet privado y, parece perfecto en todas las áreas de su vida
Quizás hasta te comparas con miembros de tu familia que, te señalan por no estar “a la altura” de tu apellido
Y aunque suene raro, compararte no siempre es algo completamente negativo.
A continuación vamos a ver por qué y, algunas formas para compararte solo en positivo a partir de ahora.
Pero antes, quiero que sepas que compararte es algo natural en nosotros…
Compararse es natural en los seres humanos
Según la teoría de la comparación social presentada por el psicólogo Leon Festinger en 1954, compararnos es algo natural en los seres humanos 1 2
Según la teoría, nosotros hacemos comparaciones de forma inmediata para responder a la necesidad evolutiva de protegernos ante posibles amenazas.
Nuestro cerebro primitivo dice: «no me puedo pelear con este hombre porque es más fuerte y alto que yo, entonces mejor me alío»; «ella tiene grandes capacidades para la caza, quiero aprender lo que puede hacer» o incluso lo más básico como «somos diferentes: yo soy mujer y él es hombre» .
La teoría ha sido recientemente revisada, debido a la aparición de las redes sociales en nuestra vida diaria 3
Según algunos estudios, hasta el 10% de nuestros pensamientos implican comparaciones de algún tipo. 4.
Generalmente tenemos la tendencia de compararnos con alguien superior en alguna cualidad o capacidad, que a la inversa. Pero, casi siempre nos comparamos con alguien que posee alguna similitud con nosotros como edad, intereses, aptitudes, etc. 5
Así que si sueles compararte, no hay nada malo en ti ¡eres solo humano!
Lo importante, es aprender a compararnos de forma que nos beneficie emocionalmente.
Aquí vamos a ver cómo.
Primero, tenemos que encontrar tu fuente de comparación
Pregúntate: ¿con quién te has comparado en las últimas 24 horas?
La fuente más común en la actualidad son las redes sociales, en las cuales solo podemos ver una pequeña ventana en la vida de otras personas, una ventana bonita que realmente queremos tener pero, lamentablemente, no podemos ver toda la casa (en donde quizás hay también hay una que otra ventana rota).
Otras veces, la fuente de comparación comienza a «brotar» porque alguien más te comparo a ti en primer lugar.
Por ejemplo:
- Tu tía que constantemente te compara con otros miembros de tu familia o tu abuelo que juzga tus decisiones con las suyas.
- Una amiga que presume lo que tiene o, comenta algo que te hace sentir inseguridad y carencias
- Un maestro que comparaba tus notas y habilidades con las de otros alumnos
Es incomodo enfrentarte a esto pero, es importante qué identifiques de forma honesta los patrones o desencadenantes que te impulsan a compararte negativamente.
Después identifica ¿en qué nivel te estás comparando?
Estoy convencida de que compararse, también puede ayudarnos a crecer y a cumplir lo que nos proponemos.
Lo importante es experimentar una comparación saludable que nos motive y, no que nos pisotee.
Para identificarlo mejor, es útil categorizar la forma en la que te sueles comparar en alguno de estos niveles semáforo.
El semáforo de la comparación personal
- Rojo: compararte te genera sensaciones negativas como: tristeza, resentimientos, envidia, inseguridad, debilita tu autoestima y destruye tu confianza
- Amarillo: te comparas de una forma neutral, la comparación no genera emociones destructivas.
- Verde: la comparación te inspira, proviene de la admiración y, te motiva a la acción.
Habrá días en los que puedes compararte nivel rojo fuego y, otras veces en las que tu estado de ánimo es más positivo y, tu forma de ver la vida es verde bonito.
También es cierto que tenemos algunos puntos más “rojos” y vulnerables que otros.
Cada quién es diferente y, cada quién es diferente en cada área (y a cada momento).
Por último, aterriza en un nivel de comparación más saludable
No tienes que dar un gran salto desde el inicio, lo importante es ser consciente e intentar cambiar tu color de semáforo.
Una vez más recuerda que lo importante es experimentar una comparación saludable que nos motive y, no que nos haga sentir miserables.
Vamos a ello…
¿Cómo pasar de comparación color rojo a amarillo?
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Saca un papel y lápiz para analizar por qué te ocasiona esa emoción negativa
Hay que enfrentarse nuestras propias inseguridades y vulnerabilidades
¡No pasa nada!
Quizás sí que da un poco de miedo, pero vale la pena hacer esa pequeña introspección personal para intentar identificar a grandes rasgos que ocurre en nosotros.
Esto te ayuda a vivir con mayor armonía acerca de tus carencias y debilidades.
Así que solo pregúntate y escribe:
¿Por qué me siento de esta forma (tu emoción negativa) cuando (fuente de comparación) aparece?
La comparación puede convertirse en un espejo en el que reflejamos nuestras propias inseguridades.
Te comparto lo que yo descubrí con este ejercicio:
– Me di cuenta de que me afectaba ver videos fitness en Instagram porque actualmente no puedo invertir tanto tiempo como antes haciendo ejercicio y eso me hace sentir impotente.
– Tome consciencia de que tengo expectativas muy grandes sobre mí (incluso irreales) y me frustra no poder dar el máximo todo el tiempo.
– Me percaté de que seguir cuentas de ropa y moda, me generaba la necesidad de comprar más ropa porque antes, ir de shopping era un potente mecanismo personal para liberar el estrés.
Entenderse mejor te ayuda a ser más compasivo con uno mismo.
También te ayuda a identificar en aquellas áreas de tu vida que requieren ayuda profesional.
Tal vez necesitas acudir con un psicólogo para trabajar más en tu autoestima, pedir ayuda para aliviar la depresión o aprender a controlar el estrés.
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Si está en tu poder, empieza a tomar distancia (o limítala al mínimo)
Yo me di cuenta de que pasar mucho tiempo en Instagram solo estaba alimentando pensamientos tóxicos y de derrota en mi vida.
Por eso, decidí que lo mejor era tomar distancia y alejarme por un tiempo.
En tu caso, una vez que tengas identificada a la fuente de comparación, toma distancia.
Por ejemplo:
- Habla con ese amigo o familiar que te hace daño con sus comentarios.
- No partícipes en la hora del café con los colegas del trabajo que, solo hablan de chismes y te hacen sentir mal por tus resultados
- Se cortés con ese vecino tóxico pero, deja de invitarlo a casa
- Haz una pausa de las redes sociales que están debilitando tu autoestima o deja de seguir aquellas cuentas que te hacen entrar en un espiral de comparación negativa (Tip: dale follow a cuentas de perros y cachorros)
Muchas veces, no es del todo posible alejarte completamente, pero no te preocupes, aún hay algo más que puedes hacer…
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La próxima vez que te compares trata de cambiar la perspectiva
En vez de decir: “yo quisiera tener eso y, no lo tengo”, corrige tu linea de pensamiento diciendo: “esa persona se lo merece, estoy feliz por ella” o “qué suerte tiene, me alegro”.
Esto aleja tu atención en tu carencia y, pone tu foco en lo positivo de la comparación, lo cual suaviza un poco aquellos pensamientos tiranos que nos debilitan.
A mí me ha funcionado esta estrategia para trasladar mis comparaciones del color rojo al amarillo.
¿Cómo pasar de comparación color amarillo al verde?
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Empieza la “comparacción” y deja la comparación
Muchas veces no puedes renunciar a tu trabajo, decidir el tamaño de tu nariz o alejarte completamente de la familia que te tocó.
Pero quizás, sí que hay cosas en las que puedes tomar acción de forma práctica y sobre todo, realista.
Es probable que este nivel de comparación motiva a la competencia, y eso está bien, siempre cuando no te genere emociones negativas o rivalidad, puesto que entonces se trataría de un tipo de comparación color rojo.
Entonces, aquí solo tienes que preguntarte:
¿Hay algo que puedo hacer en este momento que me acerque un poco más a eso que quiero?
Si es así entonces, traza un plan, levántate y empieza.
Y si no es realista en este momento, no pasa nada, como todo en la vida, siempre hay otro camino que seguir.
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Recuerda que no todo lo que brilla es oro
Generalmente solo podemos ver unas cuantas páginas de lo más destacado de la vida de otras personas. Y eso, no es suficiente para poder compararlo con todo el libro de nuestra vida.
Además, aquellas personas con las que nos comparamos, también se comparan con otras.
Quizás sin darte cuenta, tu estes viviendo el sueño de alguien más.
Así que si todo falla y, continuas comparándote de forma destructiva, menciona una sola cosa de la que te sientas orgulloso y satisfecho.
No importa que sea algo trivial o poco especial.
Tal vez te enorgullece tener pestañas largas, unos hijos preciosos, una colección de cactus o una bicicleta roja.
Alimenta tus pensamientos con lo que te haga sentir bien y en paz.
Verás que te sentirás inmediatamente mejor.
¿Qué te pareció el artículo? me encantaría leerte en los comentarios de aquí abajo.
Este artículo fue revisado por una psicóloga experta en emociones.
Ayuda a más personas a dejar de compararse negativamente ¡comparte!
- https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S074959780600094X
- https://en.wikipedia.org/wiki/Social_comparison_theory
- https://www.wilmarschaufeli.nl/publications/Schaufeli/039.pdf
- https://www.psychologytoday.com/us/basics/social-comparison-theory
- https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/001872675400700202
Me encantó este artículo es justo lo que necesito.
Hola Luisa,
Me alegro, ahora ya tienes más herramientas para compararte positivamente.
Tania, ¡amo tus artículos! Me encantan porque están llenos de información valiosa y siempre abarcan temas relacionados a la psique, porque somos más que cuerpo. Gracias por tu trabajo y por hacerlo tan impecablemente.
Hola Mabe,
Muchas gracias por tu comentario, son de esos que me motivan a seguir.
¡Un abrazo muy grande!
Excelente muy bueno. Felicitaciones los ejemplos son muy puntuales.